El Informe sobre el Estado de la Cultura en España (ICE), publicado por la Fundación Alternativas a finales de 2011, concluía que estábamos en una encrucijada peligrosa, entre la crisis económica y tecnológica. El actual ICE 2014 hace un balance, tres años después, de los daños analógicos y las esperanzas digitales. El tejido cultural español no se ha destruido ciertamente, pero ha sufrido un notable deterioro en términos de diversidad y de sostenibilidad económica. La salvación radica sin duda en el futuro digital, pero las políticas públicas, regeneradas, son más imprescindibles que nunca.